Conforme uno se adentra en los distintos recovecos de nuestro deporte, se va encontrando con sorpresas, gratas normalmente. Ayer, viendo un resumen que echaban en Eurosport de los torneos del fin de semana, pude ver como Davis Love III, un jugador que hasta ahora no me había llamado la atención, daba toda una lección de temple, estilo y clase en el Disney Hall of Fame disputado en Orlando, donde consiguió (con un escalofriante -25) su 20º triunfo en el Circuito de la PGA.
Merece la pena que os déis una vuelta por su web, que es toda una prolongación en la red de los principales valores que encarna este veterano. Además de buen jugador, un tío simpático.
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