viernes, 23 de mayo de 2014

Lo no tan lovely del Open

Como en toda buena historia que se precie, siempre hay una cara B de las cosas, y este post va dedicado a ello, a contar lo malo (o al menos, no tan lovely) del Open de España que ya se nos ha ido.

El Open, nuestra mayor competición.

Vaya por delante que creo que pocos se podrán quejar de cómo, en cuanto al tono y buen rollo, con el que he ido reflejando (como muchos otros) a lo largo de estas últimas semana de publicación intensiva todo lo relacionado con el Open de España. Al menos, por mi parte, que es de la que me considero responsable, y lo he hecho a gusto, además.

Pero la realidad del golf español, del Open de España y de, muchas veces, la misma Vida, es que hay cosas no tan lovelys, o no tan buenas, o algunas directamente malas, que contar.

Espectadores en los greenes del PGA.
La primera  reflexión puede parecer obvia, y hasta risueña, pero no está de más recordarla: esta fiesta no dura eternamente. Si, amigos y amigas del golf, la cruda realidad siempre está ahí, a la vuelta de la esquina, y en 'lo nuestro', no íbamos a ser menos.

Respecto a otra serie de cuestiones más o menos en el candelero (gratuidad de las entradas, papel de los voluntarios, la comunicación en el Open...) han sido abordadas en otras entradas, o lo largo de la ingente cantidad de tuits que el #openespana2014 ha robado a mi timeline y en el de muchos otros.

Pero hay dos temas que, a mi, me dan que pensar. Uno, muy genérico y de difícil acotación: la poca 'popularidad' del Open y su mirada esquiva hacia el federado. El segundo, el parco escenario de difusión, promoción y comunicación con la que ha contado el evento.

Green del 18.

Mucho he leído, y oído, estos días en la red, y en distintas conversaciones durante los seis días de estancia en el PGA de Catalunya, sobre las cifras de audiencia, difusión, asistencia y verdadera dimensión y aceptación de la... mayor fiesta del golf español (y del European Tour) este año en nuestro país?

Creo que esto no hay duda, si nos atenemos al coste aproximado de la fiesta (3 M de euros, 1.5 M € si le quitas los premios a los players). Desconozco el 'despiece', pero es la cantidad que he oído en boca de todo el mundo sobre el montante total del Open de España.

Las cifras oficiales de asistencia hablan, en el mejor de los casos, de 50.000 personas a lo largo de los cuatro días, de los cuales, es de suponer, que casi la mitad serían los mismos (viene bien manejar conceptos de usuarios únicos y estadísticas de tráfico web para tener una dimensión real del consumo de las cosas). En todo caso, y como suele hacerse en estos casos, estoy siendo generoso y tirando por arriba.

Partidos con bien de público.

Asumiendo, al mismo tiempo, que tuvo una difusión más que aceptable al ser retransmitido en abierto por TeleDeporte, que Canal Plus Golf también tendría una buena audiencia (estaría bien que las diesen) y que todo esto, en realidad, se montaba para que el golfista europeo, a través de la Sky, vea el magnífico Resort que tiene en el PGA de Catalunya, el asunto empieza a cuadrar un poco más.

Porque la realidad del golfista amateur, hándicap alto o bajo y federado español es que si tú le cuentas a cualquiera que te gastas ese pastizal para no llenar ni el Vicente Calderón en cuatro días con tu mayor evento y torneo del año, no sé si fardando, o escondiendo, que tienes casi 300.000 licencias, la respuesta es obvia: sois cuatro pijos forrados que vilipendias la pasta, tío...'. Podría ser la respuesta de cualquiera que no conoce el golf. ¿Alguien, así, fuera de nuestro 'guetto de luxe' nos va a entender, apoyar o compartir?

Tal y como está el patio, lo dudo. Y no vaya a ser que, en lugar del colega del alma, que te ve con los palos de aquí para allá todo el día y más que menos te entiende, le cuentes esto mismo a un autónomo, a una pyme, a un empresario, o lo hagas en un consejo de administración. Cuidado: probablemente, sería lo último que hicieras, forastero.

Entrega de premios en el Pro Am.
La reflexión (al igual que la de las entradas gratuitas, la tele o no en abierto, el promoción del golf,...) lo único que pretende es poner en dimensión y valor las cosas y ayudar a discernir para qué y para quién se montan las cosas, y en consecuencia, qué se nos vende y qué mensajes se articulan desde las instituciones que nos rigen... y si, si, si: me refiero, fundamentalmente, a esas que son públicas, que tienen una responsabilidad para y con sus 'clientes', federados, campos, deportistas, como es la RFEG, por ejemplo, y no las de los privados (PGA o European Tour, o Generalitat, o los patrocinadores) que hacen bien articulando sus business y promociones como la oportunidad les brinda.

De hecho, creo que éstos últimos, los privados, se han venido arriba en 'el Territori', que para algo jugaban en casa. Está garantizado que la fiesta del Open de España se prolongará hasta el 2015 en El Prat, así que ya veremos cómo van las gestiones para traerse esa Ryder 2022 para entonces.

Mantenimiento en el PGA.
Conseguís alguno vislumbrar el beneficio que le ha sacado a este Open un handicap 18 de Benalmádena? y un campo como el Fresinillo o Ulzama, por citar dos? y el pro de la cancha en Font del Llop? y el que vende palos en Vigo?

Yo no. Y mira que lo he vivido desde dentro, y he visto el esfuerzo que supone para un montón de gente hacer el Open, y la alegría que da que todo salga bien. Pero intento pensar en los citados anteriormente, proyectar el Open a ellos y... no sé, no lo veo. ¿Qué sacaron? ¿Qué pudieron ver el golf en abierto esa tarde? ¿Qué el golf se conoce más en España? ¿Qué podías entrar gratis?

El domingo, el partido de Sergio.
Al hilo del enfoque que le dio Ovidio al tema en su último post en Golf76 (lamentablemente, en el resto de medios especializados, presentes en el Open o no, sigue ausentándose la crítica 'no anecdótica'), y en relación con todas esas conversaciones sobre tornos, accesos, audiencias reales y otros asuntos que se 'pierden' en la red...

... por qué no nos preguntamos de dónde, cómo y de qué manera se está apoyando el golf 'para todos', qué retorno se espera de esta mega fiesta, o si es una sarao para unos pocos, los de siempre (entre ellos, los pros que lo juegan), y que no somos ni tú ni yo, golfista de medio pelo, que pagamos nuestra licencia y, como clientes del león y del escudo, sentimos que esto no va con nosotros?

Hay una segunda cuestión, que es la promocional, donde el golf español parece seguir siendo 'distinto' a muchos otros sectores y ámbitos de la vida, en la nueva forma de contar las cosas.

Actividades paralelas.

No hace falta más que estar mínimamente informado y en red para darse cuenta cómo se están contando las cosas a día de hoy por ahí, y los esfuerzos que hacen, organizadores y sponsors, por atraer la atención de las audiencias, de su target.

En cualquier evento, acto social, acción publicitaria o entorno informativo se apuesta, con firmeza, por 'venderse' en la digitalidad, contar las cosas con profusión en las redes sociales, montar hastags, meter a sponsors, interactuar con la audiencia, hacer un concursos, dar valor a lo que dice uno, marcar la agenda de las conversaciones,... ya sabéis, todas esas cosas que hacen que la comunicación, y los contenidos, en los tiempos que vivimos, lleguen mejor, y más lejos.

Es algo que no ha pasado en este Open, ni en nuestro golf. Os pongo dos ejemplos, de cómo nos han apoyado algunos sponsors principales.





Si, hay alguna cosa más por ahí. es todo lo que hay, pero no busquéis mucho más. Los sorteos, los montó Golf Español, por ejemplo, con su gorra y para hablar de un sponsor principal que se introduce en nuestro mercado, ya está My Golf Way, verdad?

Creo que, por ejemplo, Gonzalo Fernández Castaño y Make a Wish and sido una excepción, y marcado la diferencia, por supuesto, pasando millas de la oficialidad y haciendo de su iniciativa solidaría un éxito, bien contado y generando una experiencia con Paula.

Los players españoles, con Paula.
A modo de conclusión, me gustaría que se entendiese que esto no es una queja., ni una pataleta, ni bramido al cielo. Personalmente, lo sigo viendo como una gran oportunidad para hacer las cosas mejor. Ya no hay ni que inventar, basta con mirar alrededor.

Pero también considero que la innovación, o simplemente estar al día, independientemente de ser una cuestión de actitud personal o corporativa, también es una cuestión del ecosistema: y el golf español se encuentra como en medio de una Marisma. Si la Marisma no estuviese en pleno proceso de sequía, pues viviríamos felices, allá con los junquitos, las avecitas, los linces y los castores... pero es que todo hace indicar que no es así.

Para mejorar, lo primero que hay que hacer es ser crítico, salir de la autocomplacencia, y convivir y crecer con y en la diferencia. En golf, en el Open, y en cualquier faceta de la vida. 
El Pisha, the winner.
Es necesario plantear debates serios, profundos y que pretendan aportar, de veras, visión, soluciones y mejora. Y la primera interesada en ello debería ser la RFEG y toda la 'industria' del golf español, porque los peligros que le acechan son como para tomárselos en serio.

A día de hoy no hay corporación, entidad, familia o empresa que sobreviva sin estar enfocada al cliente. Y aquí queda mucho trabajo por hacer. Tener esta visión no debería ser incompatible con toda el reconocimiento, alegría y eventazo de un Open ganado en casa, visto por muchos, disfrutado y compartido hasta la última foto, tuit y entrada.

El que lo entienda, bien, y el que no, ajo y agua. O, si no, mejor que escuche, ahora que ha ganado Jiménez, y la fiesta salió perfecta, redonda y 'de la muerte', a este otro Señor, casi casi igual de respetable que el Pisha, y el mensaje que le trae a alguno tras este increíble , majestuoso y glorioso Open.



Buen día gentes del golf. llega el weekend, coged los palos! 

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