Ha sido un finde realmente emocionante y vibrante ver como el equipo europeo hacía las delicias de todos nosotros en esta edición de Roma 2023. Qué más contar que todo lo que hemos podido ver a lo largo de cuatro días de ensueño, desde el primero al último, y con un European Team más enchufado que nunca, con esa mezcla de juventud y veteranía que el bueno de Luke Donald ha sabido dirigir y gestionar en lo que, sin duda, es el mayor evento del golf mundial.
En clave hispana, la actuación, presencia y feeling de Jon Rahm y Txema Olazábal nos dejará también momentos inolvidables de cara a una historia en la que Europa vuelve a mostrarse inalcanzable en territorio europeo para los americanos pese a su mejor cartel, ranking y palmarés. El 16.5 a 11.5 final lo dice todo.
En lo personal, sólo espero una cosa: poder estar presente en la próxima edición de 2025 que se celebrará en Nueva York. Yo viví el Milagro de Medinah en Chicago en 2012 y, desde luego, creo que desde entonces no he experimentado nada igual en mi vida. Trabajaré duramente para ello, lo prometo.
Go Europe forever!
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