Pero fueron el clima (increíble para ser octubre) y el campo (precioso y frondoso, con unos greenes cuidados como nunca), los que se portaron, porque en líneas generales, parece que todo el mundo se alió para ofrecernos un grande devaluado y disperso, con poco ambientillo de golf, lento en todos los partidos y con pecularidades en la modalidad de competición (medal handicap) sólo achacables al desdén y la ignorancia de la organización, salidas el segundo día en función de no se sabe muy bien qué criterio... lo que provocó la paradoja más grande: Borja Virto, con dos pedazos de -5 cada día, tuvo que ver como la Copa se la llevaba Luis Fermín Lorente. No hay quién lo entienda.
Como imaginaréis, las protestas han sido generalizadas por mil y un motivos, y es una pena finalizar la temporada en el Club con este sabor de boca. Pero creo que el año golfístico que nos abandona ha tenido de todo, y tiempo habrá para reflexionar o plantear acciones en los distintos frentes de mejora que tienen nuestros clubes y, en general, el golf navarro.
Yo me quedo con el éxito que va a suponer nuestro primer año de Orden de Mérito y espero que el año que viene podamos abrirla un poco más, y también montar algo más de ruído. Hasta entonces, os dejo con algo que no ofrece dudas, sin paliativos: la pose de Natalie Gulbis con los palos. Pues eso, saludos !
NOTA. Por cierto, si queréis ver el perfil bloguero del nuevo Nobel de Economía, y lo que es el compromiso y vocación de comunicar, id a este enlace. Y van sin segundas, jejejeje...
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