lunes, 15 de diciembre de 2008

¡¡ QUÉ DURO ES EL INVIERNO !!


El último torneo de la temporada nos ha dejado tullidos... a mi, por lo menos. Ando desde el sábado con el moco colgando, y no me extraña que los haya que estén peor, porque la verdad que el social de Navidad en Gorráiz puso a prueba a todos los que intentamos confraternizar en un torneo que es para eso, para disfrutar de los amigos, del resto de socios y del golf.

Pero así son las cosas en estos días de diciembre, y la jornada lúdico-festiva, tal y como comenzó a cambiar el tiempo a partir de media mañana, no pudo más que ir mandando gente a la casa club, creo que esta vez, con razones de peso... a mi el bolso me lastraba más que nunca, iba calado hasta los calconcillos, embutido en ropa, y no sentía los dedos... ay !! ... de lo único que disfruté fue de ver cómo Julio, atento y sufriendo solidariamente como todo hijo de vecino en el campo, se acercaba con un termo de consomé en el 17 para volver a sentir las manos, y el estómago. Los filazos estuvieron prohibidos por fuerza mayor, jajaja...pero es que el cúmulo de agua, viento y frío hicieron del juego un sufrimiento, y cada uno llegó hasta donde pudo: Chente, el Belindo, Juan y Héctor, a los 12 hoyos... y a por el plato combinado que veís en la foto... afortunadamente, ése, o la ducha, son la otra parte (importante) de este deporte.

Tal y como le dijo el bueno de André a Chente, en un perfecto alemán ;o) a lo largo de la semana, el sábado 'no va a ser un día para bajar el handicap'... jejejjee... pero, ante todo, hay que reconocer y felicitar a los que se marcaron los 18 hoyos. Fueron una veintena de valientes (y enfermos) a los que yo felicito desde aquí... repasando las clasificaciones, o viendo la estampa de polluelos empapados de Nico y Zubieta a su llegada a la casa club, te echas unas risas (sanas, de admiración) observando quién aguantó hasta el final.

Pero es que André no se equivocaba, porque el verdadero día para jugar fue el domingo: frío, pero con poco viento, y seco, sobre todo seco, porque el campo ya no recibe más agua, el pobre... nadie en el campo después de la batalla del día anterior, también por la cena navideña, que se alargó entre los socios a modo de recompensa colectiva por lo padecido... e Iñaki, Chente y yo gozando lo que no pudimos el día anterior... de no ser por que el emboscado del Pitcher nos volvió a levantar los cafés (y nos quiso convencer de que es rápido, jajajjaja, llevándonos firmes por el campo).

Esta vez, y con sauna posterior (que te mete otros 18 hoyos al cuerpo), el plato combinado volvió a ser la referencia... gloria bendita... luego ya vinieron los rojos con su particular cuesta abajo de los domingos, la perspectiva de no volver a coger los palos al día siguiente... y el moco, que me sigue colgando todavía. Buena semana.

1 comentario:

Swiss dijo...

La verdad es que fue una pena el día que hizo, porque estabamos todos con muchas ganas de jugar el último campeonato del año.

Felicito desde aquí a todos los valientes que acabaron. Creo que es la segunda vez que me retiro de un campeonato y habitualmente juego todo el invierno y en todo tipo de condiciones pero no tan malas. Con el frío, viento y calado hasta los huesos era incapaz de hacer el swing, así que mejor retirarse y no coger una pulmonía.

Me alegro de que disfrutáseis el domingo, yo estaba desecho, ya sabéis, la vida del "perreante".

Nos vemos el finde