martes, 1 de marzo de 2011

Volviendo a los orígenes


Foto 'Tuenti Style' de rigor.
El pasado finde me eché una partidita en Gorráiz, en un día bastante lluvioso y desapacible, con Carmen Ayesa, que tan encantadora, jugona y echada pa'alante que es ella, convirtió el sábado en una fantásitica jornada, a medio camino entre el british golf y un paseo por la Vuelta del Castillo, por lo del mal tiempo, e ir rajando sin parar, ambos dos, tope relajados, vamos.

Dress code de Carmen, negro y rosa.
Pero es que el golf, muchas veces, no es más que eso: una buena forma de compartir convesación y paseo por un campo. Si, además, le vas dando a la bola, y enchufando algún tranco que otro, pues mejor.
La foto de la discordia.
Quería que Carmen me contase de primera mano el bulo que por ahí circula de que si el bueno de su marido le ha regalado un Ferrari, algo que, tal y como me comentó, no tiene ni pies ni cabeza... pero, ya se sabe cómo son las cosas: un buen amigo (Ricardo Zunzarren) le lleva a dar una vuelta en SU Ferrari, se hacen una foto, la sube al Facebook y... tira millas. En fin, le gustó mucho el 'popó', pero ni ella, ni los que la conocemos, la vemos con el Cabalinho Rampante por Pamplona.

Eso si, sin comerlo ni beberlo, para mi los 18 hoyos supusieron, además de un importante trancazo y entumecimiento generalizado de mi ser, un auténtico y genuíno 'return back' a mis orígenes de Belindo. Y no porque compartiese vuelta con Carmen, su bolsa Callaway negra rosa, o sus Puma a juego... no, a ella, jugando prácticamente todos los días, con un hcp 15.6 y un espíritu competitivo que para mi lo quisiera, de Belinda le queda poco. Pero... ay, los detalles,... esos detalles de lo que un día fuimos y, quién sabe si no, siempre seremos.

Carmen y su arma letal.
Me llamó poderosamente la atención el sonido a xilofón que hacía el putt de la Ayesa cuando putteaba en el punto dulce la bola e, impepinablemente, ésta acababa dentro del hoyo. Se ve que no soy el primero, porque debe ser algo así como el toque de gracia del verdugo antes de que tú rival te la enchufe, según me contó que le sucede con sus rivales. Tampoco es un caso único: después de probar, cambiar, gastar,... una docena de putts distintos, la buena de Carmen se ha quedado con su clónico InaZone que... las enchufa, y que llegado el caso, es lo que importa.
Finish en la salida del 14.
Lo que me hizo gracia, y me recordó a otras épocas de mi golf, fue que en mi primer juego de clónicos que me vendío Eugenio de Eugame en Bilbao, el híbrido, azul chillón y tope cantoso, también era InaZone. La verdad, aquel palo tenía una pinta que daba grima, pero sólo me faltó meterlo en la alubias. Madre mía, qué rendimiento... y que, al final en esto del golf, es importa bastante.

Buena semana gentes !!

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