martes, 12 de abril de 2011

Augusta, Seve y la historia de una foto

Después de un fin de semana donde hemos gozado de lo lindo viendo la impresionante victoria de Charl Schwartzel en uno de los Masters más emocionantes de los últimos tiempos, un cúmulo de circunstancias hacen que vaya a escribir un post de sensaciones, un batiburrillo de idas y venidas que rememoran pasado y presente alrededor de eso que más nos gusta, el golf.
 
Rory, en pleno gesto de desesperación.
De este intenso Masters se pueden extraer veintemil lecturas, detalles, anécdotas e historias, pero... quién no se ha sentido Rory McIlroy por un momento. Después de tres dias de excelente competición, el joven Rory tuvo la salida de cadena que tiene cualquier belindo una vuelta tras otra, y parece claro que, aunque su palmarés no se verá ampliado (de momento) con un Grande, parece también obvio que la imagen y marca personal de norirlandés han salido refortalecidas... representó lo que es el golf más común a todos nosotros, el del fallo. McIlroy no ganó, pero con su juego y su actitud se ha ganado a todo el mundo, algo que otros jugadores, no pueden decir.
 
La otra nota destacable de este fenomenal finde la ha puesto el recuerdo de todo el mundo del golf a la figura de Seve Ballesteros, aprovechando el cumpleaños del más grande de nuestros golfistas. Seve ha estado en mente de todos en Augusta, se han celebrado infinidad de torneos simultaneos en pro de su Fundación y, bajo el hastag #VaportiSeve y el cambio de nuestros avatares en Twitter, hemos tenido bien presente a quién, para muchos, como a mi, hizo engancharme al golf y tener un ídolo al que seguir (junto a Arconada, que fue quién robó mi corazón futbolístico).
 


Uno de los mejores momentos de mi vida, seguro.
Aprovechando el cambio de imagen, puse la foto que mejor conservo y miro a diario en mi mesilla, esta dándole la mano a Seve en El Prat, hace ya más de veinticinco años. Recuerdo que por aquel entonces, mi padre, que se movía en la industria del calzado, tenia relación con él porque le estaban haciendo una línea de zapatos exclusiva, en unos tiempos en los que las primeras suelas de goma, y tacos no de clavos, empezaban a verse por lo campos.
 
Aquello nos permitió, a mis hermanos y a mi, estar todo el fin de semana en por allí con los pros. Además de la vidilla de la competición (creo que era un Campeonato de España) y de ser presentado al que ya era el Rey del Golf, quedó grabada en mi memoria una demo que hicieron Piñero y el propio Seve, en la que daban hierros a bolas en chuletas puestas sobre los zapatos del público, o dónde le hacian tumbarse a un espectador para, con el tee y bola en la mano, enganchar unas maderas que, de no acertar, podían dejar manco a cualquiera.
 
Como a muchos otros chavales de la época, estaba inmerso en una multiactividad polideportiva más propia de Sport Billy que de un escolar, al que el golf le hubiera pasado por delante de las cuatro clases que llevaba dadas. Pero, quién lo iba a decir: aquel fin de semana marcó lo que es ahora mi existencia, porque quedé impactado (puede verse la cara de lelo que apuntaba ya desde entonces, jajaj) y, a partir de ahí, toda una vida sin perder de vista nuestro gran deporte, siempre mostrando el #ilovegolf. Así que, con razón, cómo no te voy a querer, Seve ?¿ Pues claro,... te quiero, te queremos, #VaportiSeve ;o)
 
Buena semana, gentes del golf !
 
No os perdáis el fantástico post que sobre el #VaportiSeve está preparando la gente de Fuera de Límites, fenomenales, Pablo y Cia... y, no sé si lo había dicho antes, pero estas líneas se las dedico a mi buena amiga Ana Lorenzo y al de siempre, Rafa Aguilera, que ya veo que hablan de mi por lo bajini, como no y para variar, dando grandes ideas, jajaj !! sois geniales ;o)

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