Este fin de semana se celebra en el recinto de IFEMA una nueva edición de la Feria Madrid Golf. Para mi va a ser la segunda edición consecutiva a la que acuda, después de que el año pasado viviera allí momentos felices, como la desvirtualización de grandes compañeros en esto del golf y la comunicación, como son Ovidio y Enrique, de Fuera de Límites, o del mismísimo Jorge Callaway, dándolo todo allí en su chiringuito, tal y como seguro hace también este año.
Que la industria del golf no está para tirar cohetes es algo obvio. Los tiempos de pochez y penuria también rondan el mundo del golf, y todo el mundo tiene que reinventarse y hacer el pino para sacar adelante sus marcas, proyectos y negocios. El golf de gran consumo, al igual que toda la Economía, ha sufrido un frenazo de lo lindo, y no queda otra más que reinventarse.
Una de las principales novedades y atracciones de Madrid Golf lo constituye #SocialGolf, una iniciativa de gente inquieta que surge a raíz de la repercusión y cambio de estándares en los que se está moviendo la manera de conversar y compartir aficiones, y donde el golf no podía estar exento.
Para ello se ha promovido, dentro de las actividades que ofrece la Feria al visitante (no todo va a ser pedir gorras, bolas y disfrutar de aquello como quién va a Disneylandia), una mesa redonda, en la que, además de estar presente, parece que me voy a comer algún marroncillo que otro. Yo, ya sabéis, encantado de estar en esta salsa y en esta nota de prensa que se ha publicado en distintos medios, podéis ampliar información sobre los participantes, horarios y esquema del evento.
Sin embargo, lo importante tiene que venir después, y que este primer cesto, esta Casa Club en la nube, vaya canalizando, proyectando y aunando gente, jugones y jugonas, que quieran promover el golf en sus distintos ámbitos y radio de influencia. Como no puede ser de otra manera, saldrán trescientas cosas mal, pero ya se sabe que el que NO hace, NO se equivoca y, de momento, Marta, Rebeca, Pablo, José Luis, y algún otro, estamos dispuestos a hacerlo. Que no sólo de hablar y tuitear vive el hombre, y menos, el/la golfista.
Vamos hablando, gentes del golf ;o)
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