domingo, 4 de diciembre de 2011

Sin golf sólo queda... pintar en Donosti

Me vais a permitir que me tome la licencia de no hablar esta semana de 'lo nuestro', el golf, y en cierta manera, os pido disculpas por ello. No sé qué otra cosa os puede interesar por aquí, más que lo que siempre compartimos: el palo, la pelotita, los campos, las forradas,... Aprovechando que entramos en diciembre y la actividad golfística a nuestro alrededor pega un pequeño bajoncillo, mi swing ya no se acuerda de mi... me voy a tomar una semana de descanso. Me vengo (porque ya estoy) a pintar a Donosti.

Material de trabajo.
 
Situaciones personales un poco kafkianas (y que mucho tienen que ver con el golf y la familia, y que algún día os contaré), el intenso trajín de estos últimos meses (torneos, actos, eventos, ferias, y más trabajillos...) y la ganas-necesidad-idoenidad de reflexión y enfoque de temas profesionales varios ante ese 2012 que está a la vuelta de la esquina, invitan a que me vaya a pasar toda la semana haciendo el mono en Donosti. No, esto no es un Puente, es un Acueducto, y como mi amigo Xabier (@condedelamaza), al que yo considero autoridad en Egia Landshire, me ha dado permiso, pues a ello!
 
Si. Es la mejor manera que se tengo para desenchufar haciendo algo que me gusta, no... lo siguiente, y para lo que nunca suelo tener tiempo, aunque lo haga siempre que pueda, muchas veces como mero desahogo, eso de coger los pinceles, rotus y talabartes varios y dejar que la imaginación gobierne tú existencia entre papeles, trazos y acuarelas.

Calle Descalzos, de my city, Pamplona.
 
Sin embargo, esta quiero hacerlo públicamente (en la puñetera calle, vamos... y ya veremos dónde, (en Twitter os lo iré diciendo ;o) en esta bella ciudad, Donosti, en la que cualquiera, os lo aseguro, encuentra un ecosistema de lo más 'softly' para vivir (especialmente, si eres pamplonés y mantienes con tú ciudad, y los que la habitan, una permanente relación de amor-tensión... algo que, me da, le pasa a mucha gente con su 'city'). Por circunstancias de la vida, he elegido 'un marco incomparable, con un decorado hinchable, su Isla' (gracias Rafa ;o)
 
Y permitidme que os haga partícipes de esto, porque así, además de ayudarme, comprometerme, ser coherente y transparente, y no rajarme a las primeras de cambio, si os lo cuento, me siento más animado para vencer el cosquilleo ese que te entra cuando dices: 'joder, esto siempre lo quise hacer, y nunca me atreví a hacerlo'. Así que gracias de antemano por compartir esto. Hace unos días vi a un chico que hacia lo mismo con su preparación para una maratón, y me pareció una fantástica idea lo que hizo Carlos Bravo (@carlosbravo), y conocí gracias a José Luis Ollo (@joseluisollo): un consejo sencillo para cumplir tus objetivos.

Como en los viejos tiempos (Taconera, Pamplona 2009)
 
Por último, y ante todo, que nadie se preocupe por las condiciones en las que pueda estar el Belindo, que soy golfista (de la escuela escocesa, ya sabéis: el golf -pintar, en este caso- es algo que se hace en todo tipo de condición climática, incluso, a veces, con sol), ni de que volveremos a 'lo nuestro' con más y renovadas fuerzas si cabe, atendiendo compromisos editoriales, sociales, comerciales... no sólo en el golf, sino al más genuino belindeo, con unos cuantos proyectos que se están cociendo de cara al año próximo, simplemente, cañón. Pero ahora toca coger otros bártulos, cambiar el grip, sacarse los birdies de la cabeza y pintar la vida de color, alegría, fantasía, armonía y felicidad.
 
Buena semana gentes del golf.
 
Nota. El que quiera que le haga, o dedique algo, que me lo diga. Y para el que no sabía que esto del píncel y el diseño me va, que vaya a este enlace, y vea alguna muestra.

Nota 2. Y una vez escrito todo esto, no puedo más que dedicarle este post a un grande, Alejandro Sanz, y una canción: La Fuerza del Corazón... soy un moña, ya, pero that's it ;o)


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