... es lo que ha sido para mi (no me he vuelto de Vladivostok, no ;o)
El sábado, en el tee del 1. |
Estoy fundido después de darlo todo el fin de semana en Logroño
jugando en La Grajera el Campeonato Absoluto de La Rioja, a dos días, de medal , blancas y fuerte viento. No me acordaba lo
inexorables que son estos Majors. En el momento en el que le pierdes la cara a
la tarjeta… zas!! comienza una sangría de golpes que acaba por sepultarte, como
nos sucedió a la mayoría que nos dejamos caer por allí.
Hablo en primera persona, pero
imagino, viendo las clasificaciones, que muchos habrán sentido el poder
del puro golf, el de un campo preparado espectacularmente para la cita
y lo difícil que es afrontar este tipo de competiciones. Excepto contadas
excepciones, todos, todos, forrados… pero más allá de ser un fracaso, veo más a
héroes y amantes del mejor golf orgullosos, por haber entregado la
tarjeta ante tanta ‘adversidad’ al juego.
La Grajera estaba preparada de diez. |
Con un set up
perfecto de La Grajera (y el campo no estaba largo ni exigente del
todo, como bien reconocía David Bedia y los local players), las
inclemencias del fortísimo viento y, aunque menos de la prevista, un par de
buenos chaparrones, el medal y el pasar de los hoyos se encargaron de hacer la
escabechina entre el casi centenar de inscritos.
Afortunadamente, la confraternización
con todos los jugones riojanos antes, durante y después de las partidas, han
merecido la pena de dos días horrorosos en el juego y resultado. Haber conocido
al sector coreano más belindo de Rioja Alta de la mano
de Whang y Kim, (qué cosa, verdad?¿? son
encantadores, y jugué con una cada día) o la primera vuelta con Santi
Aparicio, campeón final en mi categoría, han propiciado dos días de
mucho y buen golf.
La partida del domingo, de lo más belinda. |
Otro debate, que ya mantuve en su día
con la gente de la Federación Navarra de Golf, es si por ser un
Campeonato Oficial no hay derecho ni a premios, sorteo, bombo y platillo que
lleva implícito cualquier torneo comercial. Parece que no, que en este caso la
oficialidad no se casa con el gancho de lo comercial. Ahí es donde habrá que
poner en valor o no, este tipo de competiciones. Tal y como están las cosas,
bueno ha sido ver como Juan Carlos Cuesta,
Miguelón o Diego Bernedo y toda la gente de la
FRG lo han dado todo.
Asi que el Belindo se
vuelve con las orejas gachas, y una única lectura posible después de dos
forradones antológicos: hemos disfrutado del golf, del campo, y sus
gentes vecinas. Todo lo demás, especialmente eso de jugar mejor, sólo llegará
cuando uno retome el entreno y empiece a hacer bien las cosas. Como bien ha
demostrado José Carrascal este finde con una competíción
ejemplar, training is the only way… y, entonces, podremos hablar. Como lo tendré
de compañero en el próximo Absoluto
Navarro de Parejas el 6 de mayo, más vale que me vaya aplicando, de unas
bolitas, putting green, zona de approach... ya sabéis.
Tenéis un buen rosario de fotos en el FB para los que no habéis andado por
Twitter este finde.
Buena semana gentes del
golf.
2 comentarios:
Buen resumen de este fin de semana de golf, me quedo con lo que dices de "pero más allá de ser un fracaso, veo más a héroes y amantes del mejor golf orgullosos, por haber entregado la tarjeta ante tanta ‘adversidad’ al juego".
La sensación que me ha quedado a parte del cansancio, es de que he disfrutado a pesar de la forrada y las inclemencias del tiempo.
Ha sido un placer poder volver a saludarte.
A ver si nos vemos en el parejas navarro.
Xabi! coincido contigo, una paliza y la sensación de poder haber hecho más, pero lo dimos todo, entregamos la tarjeta, y nos sentimos golfístas, qué más queremos?¿?
un abrazo, y nos vemos en la siguiente ;o)
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