Esos melenudos, esos vestuarios... |
Pasados los días de la #ryderbelindo, poder regresar a mi querido Gorráiz se convirtió en el objetivo, casi obsesión. Y sí, aunque para muchos resulte aparentemente simple o incluso banal, éste era mi mayor y más urgente deseo para 2013: una vuelta de las de siempre, como tantas otras que he dado por su fantástico recorrido, y que tanto he echado en falta. Una vuelta en compañía de los colegas de golf de casa; esos con los que te juegas la cerveza en un match apurado hasta el último putt, dejándote llevar, sin buscar el resultado, sino sólo el juego y la compañía. Y disfrutando cada paso, cada palabra compartida, cada risa y cada broma con la indolencia infantil del "fin de semana". O mejor dicho, con toda la pachorra con la que un sábado tarde nuestro campo te permite tomarte el golf. Tal y como está el tema, hay días en los que no compras un greenfee, compras un campo.
Estampas gorraiceras. |
Al igual que el Belindo, hay mucha
gente 'prieta' en estos tiempos. La sombra de la crisis circunscribe
vuelos de buitre alrededor de nuestro golf, incluso, de nuestras vidas, y las
alegrías que te dabas sin dificultades hace tan sólo unos años se han convertido
en gastos cada día más díficiles de asumir. Cuotas, viajes, torneos y un
montón de aspectos asociados a tu vida golfística empiezan a costarte
más, mucho más de lo que imaginaste, llevándote a renunciar a otras
cosas que muchos considerarían más importantes, o a lo peor, convirtiéndose en
casi "imposibles". No descubro nada a nadie, supongo que empatizo más bien con
alguno si digo que a mi jugar a 'lo nuestro' cada día me cuesta
más.
Dar bolas, otra necesidad... como hace Pagola. |
Es probable, seguro diría yo, que en
2013 el Belindo vuelva a ser ese jugador itinerante que luce de
campo en campo, y de torneo en torneo su insistente (y por siempre imborrable)
sonrisa. Pero, como decimos por aquí, en el norte, lasai (tranquilo)... y la
ubicuidad, capacidad, fuerzas, energías y sobre todo recursos para estar siempre
en movimiento, el Belindico se los tiene que organizar mejor,
que él no está para pagar demasiadas fiestas. A lo largo de 2012 lo pasé
realmente bien, en buena parte gracias a vosotros, y aún tengo alguna cuenta más
pendiente por ahí (y no sólo con quiénes más me apoyaron con la
#ryderbelindo y sus donaciones). Pero, así os lo pido: poco a poco, y con calma,
todo llegará, con retornos (ese ROI que dicen los marketinianos) que no podéis
ni imaginar. Recordad: soy mis accionistas, y os lo deberé siempre, creo. Palabra de Belindo.
Paz y sosiego en el campo. |
Lo que también te permiten estas situaciones
'anómalas' es observar cómo gestiona cada uno 'lo suyo' (que, en caso de un
Club, también es 'lo nuestro') en estos tiempos de escasez y penurias en los que
vivimos. Desde hace tiempo no me gusta cómo van las cosas en el golf
español, tampoco en mi Club, y qué caminos y directrices se toman en
muchas cuestiones importantes para el futuro del golf, y de quienes lo jugamos.
Creo que Gorráiz es, al igual que un montón de clubes
en España, el perfecto ejemplo de gestión que se ha quedado obsoleta
ante los tiempos que vienen. Y creedme si os digo que me gustaría no tener razón
pero... el tiempo dirá. Yo veo un montón de oportunidades para hacer cosas, de
reinventarse, de aprovechar... pero verdaderamente, ese es otro post; uno de
esos sabrosones que sé que os gustan. Ya habrá tiempo de entrar en materia y
hablar de gestión de campos de golf en épocas de crisis, o, por qué no, de
bonanza. Un tema apasionante.
Mítica caseta del hoyo 9. |
Un último apunte: como comprenderéis
hablo de 'mi' Club en sentido figurado, dado que
Gorráiz es una Sociedad Anónima en toda la regla (sí, de esas a
las que no se las exime del IVA). No obstante aplico, con toda vehemencia y
convicción, la filosofía de José Carrascal, que un día me dijo
mirándome fijamente a los ojos, como él suele hacer: 'Los gerentes, presidentes,
trabajadores y hasta los socios pasan... al final, queda el campo y los que lo
juegan'.
Es esa una gran verdad, porque al final, mi
golf y yo le debemos mucho, más bien todo, a Gorráiz, al que
considero 'mi' Campo y 'mi' Club. Y mientras no me haga del
orden de otras 300 vueltas en cualquier otro golf course, pague sus cuotas y me
guste tanto jugarlo y disfrutarlo, así seguirá siendo.
Buena semana gentes del golf.
NOTA: Estas pajas mentales las escribo porque el diluvio universal se ha instalado esta semana en Pamplona, y no podemos jugar a golf... si no, de qué, jajaj! ;o)
NOTA: Estas pajas mentales las escribo porque el diluvio universal se ha instalado esta semana en Pamplona, y no podemos jugar a golf... si no, de qué, jajaj! ;o)
No hay comentarios:
Publicar un comentario