martes, 23 de abril de 2013

El primer Major: el Navarro de Dobles


Pues si: resulta que nos hemos plantado a finales de abril, y todavía no he catado una competición oficial. Mucha pachanga, mucho viaje, mucho exotismo por México, Holanda, Madrid, Segovia,... y mucho folclore golfístico: uno ya tiene ganas de competir un poco más en serio. Ya sabes: que se atenace el brazo, que se te tuerza la tripa conforme te metes la tarjeta en el bolsillo, que no dejes de marcar a tu rival, que el hierro 3 te mueva los empastes... y que acabes metiéndote una forrada de aúpa. Es lo que suele pasar, y para mi viene una magnífica oportunidad de volver a catar todo eso, a medal y de blancas, por supuesto: el próximo domingo, el Campeonato Navarro de Dobles.

Ulzama, espectacular como siempre.
Jugaré 'infiltrado'  entre los buenos, ya que hacerle de pareja a Makflanagan obliga a competir en Ulzama en el de 1º y 2º categoría (3º y 4º lo harán en Zuasti) pero no está de más, de vez en cuando, ir a rozarse con la élite y codearse con el pedigree del golf navarro. Y por supuesto, medirse a uno mismo, y hacerlo con tu compi lo mejor posible. Ya sabes, Óscar: con tal de que no hagamos, ambos, la ruina en el mismo hoyo... jugaremos felices, y pasaremos la mañana tranquilos, que de eso se trata.

Piedra de blancas, que es un Major.

P
or el bien de la competición desde hace años que la Federación Navarra de Golf redujo a una sola jornada esta modalidad, y lo, creo que con acierto, para ser más atractiva y menos tortuosa para los que la juegan y que la segunda jornada no sea un penoso rosario de ausencias en las partidas. Es la primera cita oficial de nuestro calendario amateur. La climatología, especialmente por el Norte, no ha ayudado mucho competir y a que los campos estuvieran en condiciones. Hay ganas.

Ese equipo.

El pasado sábado, en Ulzama, el campo estaba todavía un poco pesadito (hay que recordar que había nieve hace no más de 15 días) en lo que pudimos ver. Los greenes, rápidos y peligrosos, como tablas. Pero con la ausencia de precipitaciones y ventoleras de estas últimas semanas, la cosa pinta más que bien, como ya se pudo ver en Gorráiz el último fin de semana también en el Interterritorial Zonal de cadetes y juveniles: por fin la bola corría por la calle y, para los que no somos muy pegadores, las distancias se minimizaban, los pantalones acababan enteros, y los zapatos no pesaban tres kilos más por el barro... que nos hemos pegado jugando seis meses desde dónde la bola quedaba empotrada y haciendo sopas más que chuletas. Lo dicho, ganas... muchas ganas.

Buena semana gentes del golf.

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