miércoles, 25 de septiembre de 2013

Un año de #ryderbelindo

Como bien recordaba el otro día Juan Carlos Campillo en un tuit, entre esta semana y la que viene se cumple un año de la #ryderbelindo, esa experiencia que, al menos a mi, me cambió la vida: lo de ir a Chicago, y la manera de ir, y lo que allí pasó, y lo que allí sentí... fue algo tan increíble que me da hasta cierto respeto recordarlo. Tengo que aguantar la lagrimilla cuando veo fotos, vídeos, al oír evocar el Milagro de Medinah o en las muchas referencias a la Ryder de 2012 que se hacen estos días, cuando sólo falta un año exacto para la Ryder 2014 en Gleneagles.

Aunque me gusta, y viajo, y voy a campos, torneos y sitios de golf que alguien que estuvo en aquel santuario, cuál pastorcillo de Fátima viendo el mayor milagro del golf mundial de las últimas décadas, no debería ni pisar... Pero no soy así. Me gusta esto. Dejo de comer, y hacer otras muchas cosas porque el golf, los viajes, jugar y conocer gente sea mi vida, aunque la realidad sea que en el día a día las cosas han cambiado poco desde hace un año, y uno sigue en esa pelea sobrevivir mientras propone esquemas y formatos de hacer y contar las cosas distintas, en este mundo nuestro del golf y, además, queriendo vivir de ello. Menos mal que, además, pinto e ilustro.

Cabecera y cuadro conmemorativo.
Pero somos muchos los que nos damos cabezazos contra la pared para mover un poco el cotarro en esto del golf, y la comunicación, así que, nada nuevo bajo el sol, más que muchas penas compartidas donde el #estoesasi y las circunstancias se imponen, y tiene poco sentido quejarse y perder el foco de las cosas, las presentes, y las futuras, que son las que importan. Hay que seguir peleando, y duro, además. Todo lo demás son milongas.

Lo de hace un año fueron días de vino y rosas gracias a un montón de gente. Casi un centenar de donantes (accionistas para mi, y que estáis todos y todas bien apuntados) que hicieron posible con sus aportaciones, fe y ánimos, al igual que todo el que se interesó por el proyecto, que la #ryderbelindo fuese una realidad.

Evento histórico el de la Ryder 2012.

A todos ellos, aún les debo el kit de agradecimiento que les prometí por sus aportaciones, (camiseta conmemorativa, reproducción de painting y detalle Medinah), y no hay día (si, 365 en concreto) que no me haya acordado de ellos por no poder atender lo prometido. Tampoco merece mucho más la pena que, como decía Juan Marí también en su cuenta, hacer autocrítica de este #fail, aprender a hacer mejor las cosas, y dar la cara y respuestas a quienes las planteen. No merece la pena ahondar en las circunstancias que la gente está pasando, todos estamos prietos.

He sido incapaz de gestionar el asunto como ellos hubieran merecido, y es un regusto muy amargo que me queda de esta pasada edición de 2012. Es un no cerrar bien las cosas, y quizá, no transmitirlas bien. Y por supuesto, sentirme como un pelele por no haber sido capaz de sacar adelante esta parte del proyecto, por muy ínfimo que parezca el tiempo y recursos necesarios para ello. Si, un año después.


Medinah.

Personalmente, siempre he manejado una perspectiva de 'entre Ryders', y la posibilidad de enfocar el tema por ahí, en una continuidad, es la visión que me ha dado el tiempo en todo esto. Pero, ahora, a un año vista, y un año después, no he tratado bien a mis accionistas. No lo he contado a tiempo? No lo he transmitido bien? No he insistido en las explicaciones que dí en su día? No he encontrado los recursos, ni el tiempo, ni el momento necesarios? Me he despistado? Quizá. Lo cuento, aquí y ahora, y tienen razón quienes así exigen que lo haga. Era el trato. Y aunque haya cosas muy interesantes en ciernes para intentar ir a Glenegles sin la precariedad con la que fui, y volví, de Medinah el año pasado, es que ya véis que hablar de futuribles, sin el pájaro en la mano, es realmente peligroso. No volverá a pasar.

Un año falta para la Ryder 2014.

Sólo os pido, a los que justamente queréis saber de ello, que este post os llegue, y si es posible, un poco más de paciencia. Tenéis que saber una cosa, más allá del que 'uno hace lo que puede', 'no me cuentes tu vida', 'o soy un mangarrán'... o todos ellos juntos: con estas espinas no se puede caminar por la vida, así que más pronto que tarde, me la sacaré, de eso podéis estar seguros. Y espero que sea con plusvalía, en breve, si todo va como tiene que ir, de cara, y antes, y por la Ryder 2014. Pero, antes, hay que cerrar esta pequeña herida. Prometido.

Gracias por estar ahí, una vez más. La semana que viene, un post un poco más alegre, con algún highlights de aquellos que nos hicieron sentirnos tan bien. 

Buen día gentes del golf.

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