Resulta difícil dejar escapar el apunte de esta semana sin dedicárselo al Waste Management Open de Phoenix, uno de los torneos más carismáticos de la PGA, por no decir del golf mundial, porque la que se lía allí in the middle of the desert de Arizona durante toda una semana, es parda, como ha pasado este finde pasado, one more time.
Si eres golfista, lo sabrás, obvio. Si no, sigue leyendo, que te lo cuento, que yo lo único que quiero es acercarte al golf.
El WM Phoenix Open es un torneo histórico (primera edición, 1932), venerado y singular donde los haya por su mítico hoyo 16, par 3, donde se juntan 22.000 almas en un graderío de entre las 500.000 que pululan por allí toda la semana y si no gritas, o no vas borracho, ni tiras latas cuando hay un hoyo en 1, pues como que no te dejan ni entrar, creo yo. Es lo más parecido que he visto en mi vida al tendido del 7 de sol en la Plaza de Toros de Pamplona en San Fermín. Qué jolgorio, qué alegría. Y por el golf.
La cuestión es que a la hora de documentarme para darle a la tecla, veo que mi post está ya prácticamente escrito por Marc Sota Par, un auténtico belindo de espíritu y locuacidad, que con su blog y su newsletter diaria nos abre a muchos la mente en cuestiones relacionadas con 'lo nuestro' y nos da un constante pálpito de su interesante visión del golf, de la vida. Y claro, Marc también ha empezado la semana con un genial post sobre todo lo que hemos visto este finde. Y, dos cosas, dos. La tercera os la digo al final.
Primera. Id y leedle, plis. Cuenta, y seguro que mejor que yo, todo lo que quería poner en valor de la juerga, the crowd y qué capacidad tiene el golf americano de generar engagement y eventos únicos, aunque en caso sea en el desfase total. Lo de este finde ha sido como 'uy, creo que se nos está yendo de las manos, vamos a tener que regalar cascos a los que estén ahí abajo'.
(un único pero a todo lo que cuentas, Marc: yo creo que el hecho de que el patrocinador del torneo, Waste Managament - Gestión de Residuos- no es ni casual, ni paradójica, si no más bien todo lo contrario > demuestran una eficiencia increíble limpiando, al toque, el green del 16. ¿No será causal, más que casual?).
Segunda. Marc cuenta en su blog la historia súper bonita de superación de Sahith Theegala, otro belindo, pero de los pros del circuito, que de no clasificarse, casi se lleva el torneo. Muy recomendable desde la psicología deportiva y vital para todo aquello que tenga que ver con la superación, las expectativas, el esfuerzo y el creérselo o no. Ha sido la verdadera historia del Phoenix Open, porque está claro que beber cervezas sin límite y ponerse borracho a gritar lo hace cualquiera, ni más ni menos, que casi 50.000 en ese torneo.
La tercera y última, que digo yo que algo habrá que aportar en esto y no sólo vivir de lo bien que escriben y cuentan las cosas otros (jijiji, sorry Marc). Además de los vídeos que os dejo, os recomiendo que veais el 'inside' de todo esto desde la cuenta de la influencer Thisa Alyn, que estaba allí en el ajo, y la gran aportación de un paintbelindo del hoyo 16 con el que he abierto el post, que si no acaba dentro de unos años, con el susodicho ya fiambre como buen artista que se precie, en the Wall of Fame of Golf. En broma, claro está.
A disfrutar de la semana, golfers.
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