El txokillo de Boomerang (marca bajo la que El Corte Inglés está presente en el mundo del golf) ha sido desmontado, y según un empleado, se pueden pedir artículos propios y ajenos, pero eso, bajo demanda. Sus explicaciones han sido claras: la política de ventas de la casa es muy clara, y cuando las cosas no funcionan, se sustituyen por otros artículos, tendencias o zonas temáticas que tengan más gancho.
A expensas de que haya sido una cuestión temporal o puntual, creo que es un botón de muestra más de que la expansión y divulgación del golf en nuestra comunidad sigue bajo peligro. El reciente cierre de otros establecimientos como Blaster o Tom Sagan no hace más que reafirmar esta circunstancia, aunque la venta on line y a través de otros canales 'no tradicionales' (habría que preguntarse qué es lo tradicional... y si no, acudir a la charla a la que hacía referencia antes ;o) también habrán precipitado estas desapariciones.
El caso es que en su día les planteé una serie de acciones para colaborar con nuestros canales de golf y Alfredo Casares y su gente del Departamento de Comunicación mostraron bastante interés (de hecho, ese día, llevaron a Carlota a firmar autógrafos y leer el pregón navideño), pero ahora es más fácil entender su silencio de los últimos meses. Una pena, desde luego.
1 comentario:
El tema que comentas viene de antiguo. Anteriormente a los casos que comentas también o intentaron Zariquiegui e Irabia ( antes de ser Interesport ) y no vendían nada.
No se por qué será pero en Pamplona sólo terminan vendiendo en los clubs.
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