jueves, 4 de junio de 2009

Cuando los golfístas nos convertimos en tortugas


Tras unos días en las que las únicas alegrías han venido del futbol. Osasuna se queda en primera y el Barça consiguió el triplete, me dispongo a coger un vuelo de Budapest a Madrid. El caso es que como tengo tiempo y, ¡oh milagro! el aeropuerto tiene conexión WIFI gratuita (a ver si aprenden otros) pues aquí me tenéis matando el tiempo dándole al teclado.
Del fin de semana golfístico poco que contar. Sigo sin bajar de hándicap  El domingo salimos juntos Josele, el Belindo (David) y Oscar con buen ánimo a comernos el campo, buena temperatura, sol y algo de brisa para sobrellevar mejor el calor… Enseguida nos dimos cuenta que la climatología era lo único que iba a acompañarnos a parte de la buena compañía (lógico). Llegamos al tee del 2 y a esperar… “Bueno, se habrán liado un poco…” Llegamos al tee del 3 y a esperar aún mas “Bueno habrán perdido una bola…” Llegamos al tee del 4 y horror... Nuestro partido de adelante justo llegaba al green, el de mas adelante salía entonces del 5, otro partido deambulaba por la calle del mismo hoyo. Vamos que había un tapón que podía haber tapado la grieta que hundió al Titanic. Comprendo que en un campeonato uno se lo piense un poco mas, mire las caídas en el green, pero es recurrente el hecho de que cuando jugamos un campeonato fuera el campeonato dura 4 horas pasadas y en Gorraiz siempre, repito, siempre rondamos las 5. El domingo pasado tardamos 5 horas y 20 minutos en completar la vuelta, y claro, así es difícil mantener la concentración. Puede sonar a excusa, pero personalmente me resulta casí imposible jugar bien si en casi la mita de los golpes que doy tengo que estar esperando. Creo que esta sensación es compartida. Personalmente acabe mas cansado que algunas veces que me he marcado 36 hoyitos…
¿Tan difícil es agilizar el juego? Uno se pregunta quién es el culpable pero creo que la cuestión no es buscar culpables sino soluciones. Creo que es necesario que el marshall tome cartas en el asunto e “invite amablemente” a los causantes a acelerar so pena de sanción. Creo que es mejor ponerse una vez morado que ciento colorado. Opino que todos disfrutaríamos mas del juego y evitaría situaciones como las del hoyo 18 (en la que por no buscar una bola que había caído en rough opte por irme directamente hacía la casa club, acompañado de David, que al igual que yo acabo, cansado, desesperado y con ganas de poner punto final a esa “agonía”.

3 comentarios:

Mike dijo...

completamente de acuerdo Charly, es un tema tan claro que empieza a ser una característica del jugador de Gorráiz, que es lento... en todo !! y otro apunte creo que importante: en los Campeonatos que hemos jugado este año sólo ha existido Starter, es decir, el que da las salida, y como no es ni superman, ni tiene el don de la ubicuidad, pues no puede hacer las tareas de Marshall por el campo... y, como bien has descrito, asi va el asunto, claro.

Buen viaje de vuelta, y suerte en las semis, que Javi Cris Bermejo te espera en la final !!!

Anónimo dijo...

Caballeros... seamos serios.
El problema siempre es el mismo,no intentemos tirar piedras fuera.El marshal es un bendito y bastante hace con lo que hace.
Con marshal o sin él en el momento que hay un "suculento premio" los jugadores nos profesionalizamos... Pasamos a triplicar el tiempo empleado en golpear a la bola, vemos caidas donde no las hay creyendo que lo que entre semana no metemos ( me refiero a la bola ), nos va a entrar en competición sólo por el mero hecho de pensar más ( que no se en que piensa alguno).
Este tema afecta a todos los tipos de categorías de jugadores en mayor o menor proporción, pero ninguno nos libramos.
Ahora bien, majetes, si en vez de un viaje a Honolulú se ponen de premio unas copitas de plata, muy monas y tantas como las que se puedan comprar con el dinero del patrocinador y sobretodo poniendo siempre la más bonita para el premio scratch, junto al esfuerzo económico del club en hacer grupos de sólo tres jugadores (delimitando a su vez el número de inscritos), estoy completamente seguro de solucionar de golpe estos dos problemas que más castigan a este bendito deporte: primero el de la eternización de las vueltas al campo y segundo el de "la mentira de los handicaps".
A buen entendedor...

Carlos dijo...

Estoy de acuerdo en que en Gorraiz el starter bastante hace y que faltan medios en ocasiones. Tambien estoy de acuerdo en que lo del handicap alto = juego lento es un mito. Lo que cuenta a la hora de realizar un recorrido en 4 horas, no es el número de golpes sino lo que tardas en dar cada uno de ellos, el tiempo que tardas en salir del tee y sobre todo el tiempo que tardas en mirar caidas las haya o no en el green.

Lo que no estoy de acuerdo es en que la gente tarde mas en función del si el premio es mejor o peor. El sábado en Zuasti había premios bastante mas golosos (viaje al caribe incluido) y las vueltas se realizaron conforme a un horario razonable.

Sólo opino que en Gorraiz hay demasiada manga ancha y creo sinceramente que perjudica al juego de la mayoria, asi como a la diversión que nos pueda proporcionar el campeonato, ya que a partir de las 4 horas y media, al menos yo, desconecto y me dejo ir, por falta de azucar, ganas, paciencia o lo que sea...