Doctor, ¿ésto es un orgasmo?

... golfísticamente hablando, se supone. Pero si, para los que llevamos años dando mangazos y convivimos con la cara más sacrificada de este deporte, lo que el sábado nos pasó al Belindo y al Velind con la victoria en el Pro Damnificados de Haití en Gorráiz, puede definirse bajo ese cuadro: éxtasis, orgasmo, delirio,... o cualquier otro estado de plenitud que se le asemeje.

Como no podía ser de otra manera, confluyeron un cúmulo de casualidades hasta vernos con los trofeos y las prouves de regalo en las manos: nos cambiaron de partido y salida (no se entiende la victoria sin el pique al que nos sometieron los megajugones, Julián La Roca García Mayoral y Enrique Perry Goñi... que a gusto, chicos!!), estábamos tan relajados que lo último que pensábamos era ganar y, mucho menos, ir lanzados por el campo partiéndolo a diestra y siniestra: 62 golpes netos (-10 de nuestro Hcp), 70 brutos y una segunda vuelta de 29 golpes dónde sólo 'perdonamos' el birdie en los hoyos 12 y 16 con unos pares muy correctos.

Desde el hoyo 2 siempre mantuvimos la ventaja en el partido, y apoyándonos en los hoyos buenos y malos como toda pareja debe hacer (sólo en el hoyo 8, y el dobleboguie que ambos hicimos, estropeó una compenetración de la que estamos bien orgullosos, eh Velind ?¿ ;o), nos acompañó ese punto de fortuna que siempre se necesita para llegar a lo más alto.

Sería injusto no agradecer a Julián y Enrique su parte de 'culpa' en ello: fue un partido que lo recordaremos siempre, por su intensidad, pasión, entrega, cortesia y golf que nos regalamos los unos a los otros. Cinco horas de sana rivalidad compartiendo la 'oficina' que más nos gusta, the Golf Course... jeje, awesome !!

Julián en el campo es Dios: actitud ganadora, rocosa, conocimiento y estrategia adecuada para cada situación, y un recital y variedad de golpes que está al alcance de muy pocos. Combinar expresiones con el drive en las manos como 'me voy a salir de los zapatos' (dejándola a 40 metros de green en el hoyo 5 con viento en contra), dar hibriditos al fade como con el que puso la bola de dos golpes en el 18, enchufar puros de 8 metros con la precisión y mimo que ello requiere, o encadenar los birdies como churros cuando de ganar se trata, es algo que merece la pena disfrutar si o si... o si !!

Si ello se combina con la salsa y mordiente que le da su compañero del alma Enrique Perry Goñi, con su golf poco ortodoxo y eléctrico (rollo Arnold Palmer, con esos swings donde se mueven hasta los empastes, jajaj) pero sumamente efectivo (el eagle que nos hizo en el 15 fue buena muestra de ello), pues no me extraña que éstos dos figuren juntos en el palmarés de la Copa Zarauz de dobles, por ejemplo...

Hasta ahora no sabía que era ir 'enchufado' por el campo... ya lo puedo contar, y como si me fulmina un rayo mañana, o me pego seis meses dando los mangazos de siempre: podré decir que viví esa sensación... y el que juegue a golf sabe de qué estamos hablando ;o)

Buena semana a todos !!