Los caminos del Señor son inescrutables

'Los caminos del Señor son inescrutables', dice el conocido pasaje bíblico, como si el que lo dejó escrito hubiera hecho acto de presencia el pasado sábado en Zuasti mientras el Loser y el Belindo disputaban el Interseral. La verdad, no recuerdo peor score en competición desde que tengo handicap (21 y 28 puntos, respectivamente... vamos como Micky y Minnie... muy, pero que muy blanditos).

Pero eso es lo que tiene el golf: el año pasado el Belindo ganó este mismo torneo, y sin haber pisado Zuasti esta temporada todavía, fuimos con todas las ganas y un poquito más... para repetir un clásico: vas oyendo AC/DC en el coche, y vuelves con Vivaldi... y las orejicas gachas ;o)

Afortunadamente, volvimos a ser tratados como los reyes por parte de la gente del Club (Fer, Miguel, Dani,...) y, sobre todo, porque tuvimos la grandísima fortuna de compartir partido con dos cracks locales como son Carlos y Félix. Fué una pena que nuestro drama particular y patético juego no acompañase, pero tampoco nos cambió el humor ni el disfrute del día. La comida en comandita puso punto final a un día duro, pero entrañable.

Entre los momenticos del partido, destacaron tres:

1) la enchufada desde el aproach y por encima de bunker espectacular que Carlos se marcó en el 15 -toda la mañana haciéndole flops y mira quién la metió, jaja-

2) el par que me hizo apuntarle el Loser en ese mismo hoyo, cuando repasándole los golpes como su marcador que era, ví que había hecho birdie -supongo que es lo que te pasa cuando sales al campo convencido de que no vas a superar los 17 puntos, jejej-

3) el memorable shank que hizo el Belindo en medio de calle del14 y para deléite de todo el que por allí pasaba, en el aproach para mandarla al agua desde donde era imposible llegar al lago... no pudimos más que partirnos el eje ;o)

Lo dicho: el que redactó el pasaje biblíco no sé si era un player, pero que 'los caminos del golf son inescrutables' te lo dirá cualquiera que juegue a esto. Buena semana.

NOTA. Una pequeña disculpa por la difícil cadencia de posteo al que obligan estos días presanfermineros en los que parece que se acaba el mundo... especialmente a Carmen, ávida y agredecida lectora, además de Belinda y bellísima mujer ;o)