Impresionado por la historia de superación del golfista Manuel de los Santos, de un tiempo a esta parte he estado charlando con @mikebelindo acerca de la trascendencia del golf adaptado, su enorme mérito y lo que se hace en nuestro país para promocionarlo.
Puede que el golf adaptado tenga un seguimiento bajo entre el aficionado medio pero es, sin duda, un tema importante para cualquier belindo que se precie y por todo ello en este post vamos a hacer un breve repaso de la historia del golf adaptado en nuestro país. Sea esta nuestra aportación al fomento de esta disciplina.
Para empezar, la propia RFEG cuenta con un Comité de Golf Adaptado que trata, mediante su actividad, de eliminar las barreras que han privado a las personas con discapacidad de oportunidades para practicar el golf, fomentando así su práctica dentro de este colectivo.
Aunque hubo intentos anteriores que sirvieron como precedente, la historia en mayúsculas del golf adaptado en España comienza a escribirse en julio de 2007, fecha en que el Comité se puso manos a la obra. Y, justo es reconocerlo, desde entonces se ha avanzado mucho en su promoción.
De la mano del Comité se han celebrado campeonatos nacionales e internacionales; se han programado cursos de formación, torneos, premios y otros eventos; se han firmado convenios y compromisos de colaboración con patrocinadores, varias fundaciones, el CSD (Consejo Superior de deportes), la EDGA (Asociación Europea de Golf Adaptado) o la FEGE (la Fundación Española de Golf Especial); y, sobre todo, se han creado nuevas Escuelas Especiales de Golf Adaptado en muchas de la Comunidades Autónomas de nuestro país.
Un esfuerzo importante que no obstante no debe hacernos olvidar otras iniciativas más puntuales, como la organización de cursos específicos, que también ayudan -y mucho- a fomentar la práctica del golf entre las personas con discapacidad.
Aunque hubo intentos anteriores que sirvieron como precedente, la historia en mayúsculas del golf adaptado en España comienza a escribirse en julio de 2007, fecha en que el Comité se puso manos a la obra. Y, justo es reconocerlo, desde entonces se ha avanzado mucho en su promoción.
De la mano del Comité se han celebrado campeonatos nacionales e internacionales; se han programado cursos de formación, torneos, premios y otros eventos; se han firmado convenios y compromisos de colaboración con patrocinadores, varias fundaciones, el CSD (Consejo Superior de deportes), la EDGA (Asociación Europea de Golf Adaptado) o la FEGE (la Fundación Española de Golf Especial); y, sobre todo, se han creado nuevas Escuelas Especiales de Golf Adaptado en muchas de la Comunidades Autónomas de nuestro país.
Un esfuerzo importante que no obstante no debe hacernos olvidar otras iniciativas más puntuales, como la organización de cursos específicos, que también ayudan -y mucho- a fomentar la práctica del golf entre las personas con discapacidad.
Por de pronto, hay que señalar que existen Escuelas Especiales de Golf Adaptado en San Sebastián de los Reyes, el RCG de Sevilla, el Club de Golf La Cañada, Villar de Olalla Golf, Murcia, el del Club de Golf La Llorea, Llanes, el Campo Municipal de Golf de Mataleñas, Soria, La Garza (Linares, Jaén), la Comunidad Valenciana, Bendinat, Extremadura, Guipúzcoa, Valladolid, el Real Club de Golf Manises, Vizcaya y Alenda Golf (Alicante). Y amplíen ustedes la lista con sus comentarios si es que hemos dejado de mencionar a alguna.
Mientras tanto, en Navarra, la promoción del golf adaptado continúa sin ser abordada seriamente y no es fácil destacar muchas iniciativas en el periodo que comprende desde aquel curso pionero realizado en Zuasti a finales de junio de 2006, hasta la voluntariosa iniciativa de Jesús Legarrea que, en junio de este verano, impartió en el Club de Golf Gorraiz un curso de dos horas a 16 chicos y chicas del Centro Isterria, El Molino y Monjardín. Única excepción foral de 2010 que nos permite escribir unas líneas sobre el tema sin ruborizarnos demasiado.
Mientras tanto, en Navarra, la promoción del golf adaptado continúa sin ser abordada seriamente y no es fácil destacar muchas iniciativas en el periodo que comprende desde aquel curso pionero realizado en Zuasti a finales de junio de 2006, hasta la voluntariosa iniciativa de Jesús Legarrea que, en junio de este verano, impartió en el Club de Golf Gorraiz un curso de dos horas a 16 chicos y chicas del Centro Isterria, El Molino y Monjardín. Única excepción foral de 2010 que nos permite escribir unas líneas sobre el tema sin ruborizarnos demasiado.
Pero cerraremos el post en positivo ya que al menos se ha demostrado cierta inquietud y se ha abierto un poco el camino. Solo nos queda empezar a recorrerlo. Federación, clubes, profesionales, aficionados de a pie, novatos, mirones, belindas y belindos, escuchad: démosles golf, es bueno.
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