jueves, 13 de enero de 2022

Llega el 2022

Mi primer post del año está cargado de buena intenciones y de constatación de realidades.

La primera constatación de realidad es que el golf ha crecido en licencias en España el año pasado de una manera importante. Hay 13.116 new players en 'lo nuestro' y que en estos tiempos de crisis e incertidumbre el golf crezca es una buena noticia, parece que nadamos mejor que otros en las aguas revueltas a las que nos enfrentamos. El golf es saludable y seguro y eso es un win en los tiempos que corren. Habría mucho que hablar (miraros los datos históricos en la info de la RFEG y este tema daría para varios posts... que leñe! para todo un blog. Ah! qué dirían Descartes o Rousseau, 'la evolución del golf con el paso del tiempo', eso es material bueno para un ensayo y no lo que nos enseñaron los hugonotes!


La segunda constatación de realidad es que los pros han empezado fuerte en la PGA en su primer torneo del año, Jon Rahm included, por supuesto y con alegría, marcando terreno a primeras de cambio, qué gozada de año nos espera. Sin embargo, para mi la noticia del tournament es el resultado del winner, Cameron Smith, que le metió un -34 al campo en los cuatro días... joder! ni que fuera el jardín de su casa, tú sabes la de cosas que hay que hacer bien durante 72 hoyos para llegar a eso? Esta gente se va a comer los campos, ya te digo, Kapalua, Hawai, Bombay y no se salieron de la Isla porque les daba pena. Impresionante, el -33 de Jon, también, claro. ¿Dónde estamos? ¿A dónde vamos?, diría Freud si hubiera jugado al golf.


Y lo tercero también es una constatación de realidad golfística, pero es la que lleva implícita el deseo y las buenas intenciones, las mías, las personales, las que me relacionan con vosotros, vosotras, y el golf. Y quiero que 2022 me devuelva al golf.

Esta semana, de pura casualidad, me encontré con Txumica Alegría, y mantuvimos una conversación sobre el golf navarro, su cantera y los mil fregados en los que se tiene que meter para lo que es ahora su pasión, darlo todo por su Alvarito y vivir al ras de su handicap. Qué gozada, yo quiero un papi apasionado del golf como él. Y encontrarme con gente como yo y empezar a darle a la lengua como locos: de Gorraiz, del crío, de la Federación, de los viajes, de las gentes, de los campos. En realidad, pudiendo salir a jugar una vez al mes me siento feliz, pero quiero que el golf, aunque no lo pueda contar como siempre le ha gustado al Belindo, estando ahí, pisando fairways, viendo y metiendo putts, pues, la verdad, que esto es como una enfermedad, aunque te quieras apartar, no puedes sigues viendo, leyendo, oyendo y consumiendo todo tipo de información de golf.


Y no me tiro más el rollo, que quiero jugar, disfrutar y vivir el golf como lo he hecho hasta ahora, aún con un menisco roto y muchos temas que solucionar por el camino. Como diría Bon Jovy en 'It's my life', now or never, i no gonna live for ever. Y como la cuestión no es más que proponérselo, te garantizo que lo váis a ver. Este post ya es muestra de ello. Tips, comentarios y lo que vaya surgiendo, sobre la marcha, como cuando afrontas 18 hoyos y no sabes muy bien qué es lo que va pasar. Cuando dices 'a tomar por culo', ya no hay vuelta atrás.

Feliz Año, vamos que nos vamos.

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