Mientras los circuitos profesionales siguen calentando motores para iniciar la temporada (paréntesis para mandar un saludo a Jesús Legarrea, que esta semana empezará otra nueva temporada en el DP World Tour, el actualizado European Tour, en Abu Dabi con la bolsa de Jorge Capillo al hombro, ánimo Makina) y sólo los de la PGA siguen bombardeando Hawaii, como ha hecho este finde Matsuyama en plan ataque a Pearl Harbour en el segundo torneo del año, el populacho raso como el Belindo se dedica a pensar y prestar atención a otras cosas mucho más cercanas, no por ello menores ni causantes de gran expectación.
Dentro de mis planes de retorno y nueva conexión golfística, para mi este mes de enero tiene un hito clave, que es la cancha de prácticas de la UPNA y que la Federación Navarra de Golf iba reabrir a finales de este mismo mes, tal y como anunciaron públicamente cuando se firmó el acuerdo a principios de diciembre del año pasado. Para el que ahora mismo no tiene ni handicap, ni club, ni dinámica de golf, bueno, y para los que sí la tienen también, esa cancha es como un oásis en el desierto, el único sitio en Pamplona donde se puede ir a dar unas bolas dentro de la City.
Y, además, es mítica. Ahí he metido en mis buenos tiempos casi más horas que en los bares, y a gusto, porque está genial. Hubo un tiempo en el que tenía buen ambientillo, otros no tanto y cayó en la desidia y en el desangelamiento institucional y federativo, hasta hoy. De ahí han salido grandes jugadores y se han hecho muchos players de aquí. Y hay mucha gente de los cuatro clubes de Pamplona, así como los propios estudiantes de la UPNA, que la han usado. Hasta hay, o había, sección de golf en la Uni.
Así que esperemos que la puesta a punto de la nueva apertura esté yendo por el camino adecuado y esto suponga una nueva inyección de vitalidad y posibilidades para el golf navarro, especialmente y como ha sido siempre, en la parte joven, la universitaria, la que tiene que garantizar el futuro de 'lo nuestro'. Y, luego, que los pelanas como yo podamos bajar en la villavesa y estar ahí afinando nuestra ruina de swing como Rostropovich antes de saber qué era un violonchelo. Pero, da igual, ahí somos felices.
Muchos son los detalles por los que se podría preguntar... y contar (las bolas van a ser como las de la foto, por poner un ejemplo menor), pero, yendo a lo gordo, es condición indispensable para acceder estar federado, así que, señor Belindo, tiene que hacer usted un paso previo antes de construir el juego de naipes. Y ese es el paso que espero contaros la semana que viene.
Esto de dar publicidad a tus intenciones y objetivos es un rollo de manual psicológico y técnicas de autoestima, lo hablo mucho con mi psicólogo, Julián, una bella persona y que me ayuda mucho, y se ha interesado en el golf y lo sigue, por mi, cada vez que oye 'golf', piensa en mí, fíjate qué emoción la mía. Se trata de hacer públicas tus cosas para así comprometer la cosa que digas o escribas y que la tengas que hacer, si o si, para no quedar como el culo ante el mundo (aunque te sigan, como a mi, cuatro pelagatos). Él no lo hace, pero entiende que yo sí. Sabe que estoy loco, jajaj! Esto va de ir de una y de echarle bolas, que dirían en Caracas, pero es que mejor dicho que nunca, mi querido Manolo Jaka. Echarle bolas. Gracias.
Pues eso, que es el primer objetivo del trimestre, federarse de nuevo y abrir esa puerta, la del golf, que para mi siempre ha sido mágica. Vivo como Blancanieves sin su zapato cuando no cojo un hierro 5 o meto un putt. Pienso en el golf todos los días. Pero no hagamos de esto un consultorio psicológico y no os voy a dar más la tabarra y me voy a poner manos a la obra. Poco a poco, pero sin pausa. Oh, si! Arrieros somos y en el fairway, perdón, camino, nos encontraremos, jijijij!
Por último, y así a modo de pedir vuestra opinión, estoy pensando en llevar estos posts al Twitch, para hacer una versión extendida, audiovisual y más cercana de lo que escriba cada semana, en plan Osasuna Street TV (tertulia rojilla jujana y mandanguera que hago con un colega todas las semanas). A mi me gusta escribir, me encanta, ahora le estoy dando a la tecla, y gozando, en el Café Cream, en plan Pio Baroja en el Café Gijón, si. Soy un nostálgico. Pero hay que aprovechar las potencialidades de los nuevos canales, que dan mucha más cancha para hacerse ver y explicar bien las cosas. Ya os iré contando.
Un besito, golfers. Qué viva el golf.
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