lunes, 9 de agosto de 2021

De los Olímpicos a la Copa Ulzama

Mientras escribo estas líneas creo que soy Gustavo Adolfo Becquer en plena depresión e intentando expresar mis emociones. Se acaban los Olympic Games de Tokyo 2020 y probablemente, no vi un nubarrón así en el horizonte de cara a las próximas semanas ni cuando me dejó la novia de mi vida.


Han sido dos semanas fantásticas de competición y de ver el deporte en estado puro. Si lo has practicado a ciertos niveles no hay que decir mucho más, porque sabes que eso tiene que ser lo más, madrugones, deportes que no verías en tu vida pero que siempre los ves en las olimpiadas, el concepto del Personal Best (mejor marca), viendo que todo el mundo lo da todo, y a todos los niveles por su deporte. Si, su deporte, porque es un escaparate único y sin igual. Me alegra que el espíritu olímpico conviva en mi y también ver lo que se puede hacer con esfuerzo y pasión en esta vida. Y saber ganar y saber perder, y tantas cosas. En fin, cada cuatro veranos me pasa lo mismo.


Mientras escribo este post, como si fuese Hemingway y en el viejo y el  mar, un colega me manda un mensaje por instagram, después de ver las histories que subo en los diez minutos en los que paro y me relajo mientras escirbo, diciéndome que esté tranquilo, que las paraolimpiadas están ahí. Yo conozco, y bien, a medallistas paraolimpicos como Santi Pesquera y todas sus circunstancias con la boccia. Sidney 2000 y medalla, eso sí que tiene mérito.



Se nos echa el tiempo encima y habría tanto por escribir y contar de esto que vamos a centrarnos en el golf. USA for ever. Xander y la Korda chiquita arrasando y haciéndole ver al mundo dónde está el negocio y el business del golf, a pesar de la dura competencia que había. No ganas un torneo en la PGA, LPGA, European Tour y/o... lo que quieras, y te vas a llevar una medalla olímpica? Complicadito, a no ser que la semana anterior hayan venido los marcianos de Marte a inducirte y darte superpoderes. Este es el momento en que me creo ser Humprhey Bogart y digo 'Siempre nos quedará Jon Rahm', pensando en París 2024 y no en Casablanca. Y una Carlota Ciganda, decidida y ambiciosa, será como Ingrid Bergman pidiendo que la toques otra vez, Jon, si, si, esa medalla que compartimos. Sería genial.


Y yo, que soy un aprovechategui como decimos por aquí los navarricos, pues aprovecho la oportunidad que me brindan las cámaras para, primero, cómo no, saludar a mi madre y, después, hablar un poco de lo que ha acontecido este pasado fin de semana en la Copa Ulzama (Carlota es de ese club, para quien no lo sepa), un clásico, si no el más clásico, de los torneos veraniegos que se celebran en Navarra. Yo un año, allá por 2014, ni recuerdo, gane la de tercera categoría. Ni refrescos, ni sorteo, ni hostias. Una copica enana de trofeo, pero tu corazón golfístico lleno a rebosar. Ahora me pregunto, ¿La jugó Seve? Voy a mirarlo.Vaya, la Copa Ulzama, no. Pero Seve jugó en Ulzama en sus inicios como profesional, yo he oído historias que dormía en Pamplona en una pensión de la calle Leyre e iba a Ulzama con su hermano o Piñeiro y Cañizares a jugar los torneos con 18 años que por aquel entonces organizaban, cuando los Clubes eran Clubes, vamos. Le tenían que dejar hasta los zapatos de clavos aquellos que parecían botas de futbolista para jugar, porque llegaba con lo puesto. Qué grande.


Habéis comprobado que se me va la olla. Me pongo hablar de una cosa y acabamos, quién sabe dónde, si en las Seychelles o en las Maldivas. Ay! qué horror. Esa locuacidad. esa alegría al teclado.

La Copa Ulzama, que se ha celebrado este pasado finde, que de no tener la pata y rodilla vuelta al aire la hubiera jugado como me comprometí, como los hermanos Iza, el Velind, Rafa Beunza, los Bermejo y a todos los que he visto punteando la clasificación del torneo. Cuando has tenido un blog de información de Golf, como tuve yo durante 5 años Golf Navarra, el vademecum de golf foral de 2007 a 2012, aprendes a escudriñar las clasificaciones de los torneos como lo haces con la lista de compra del Mercadona al llegar a casa o al sacar la libreta de la cuenta del banco para ver los movimientos.

Me muero de la pena por no haber podido estar ahí, no en esta edición, en cualquiera. Os adjunto pruebas gráficas al respecto.


Pero, lo mejor. Este año ha vuelto a ganar Julián 'La Roca' García Mayoral. Ese si que es un olímpico. Golf de antaño, sin tapujos. Marvelous. Yo en 2009 ví como le ganaba el play off a Xabi Errea y a otros dos en el hoyo 4 después de una finde mágico de golf ante toda aquella juventud. El finde pasado lo volvió a hacer. Ha ganado, aunque este vez solo con la necesidad de un único hoyo de play off, donde el pipiolo de turno la mandó con el drive a la cancha de prácticas y Julián, con ese poso y swing mañuetero la dejó en el centro de calle para consumar el ajusticiamiento y victoria en la Copa Ulzama 2021. No sé cuántas ha ganado, dos al menos, pero yo de mayor quiero ser como él: gerente de Gorráiz jugando 350 días al año y con 0'1 HCP, un touch, conocimiento e historia golfística sólida, dentro y fuera del campo, dentro rollo Fred Couples y Lee Treviño, fuera, pues, bueno, siempre todo es mejorable. Tiene que tener un buen equipo around, por que ya sabes que, en Estados Unidos, si, allí donde han ido las dos medallas de golf de Tokio 2020, no te contratan si eres menos de 3 HCP en cualquier empresa, al entender, y con bastante juicio, que con para mantener ese hándicap, estarás más en el campo de golf que en la oficina.


De todas formas, tranquilo Julián, en la R&A están orgullosos de ti, y yo también.

Vaya manera de conectar las Olimpiadas con la Copa Ulzama, no? Me parto, que tengáis buena semana.

Por cierto, y como último apunte olímpico de este extenso post, adjunto la que para mi es la imagen de Tokio 2020: Gonzaga Escauriaza, presi de la Federación Española de Golf, en la celebración de la medalla de bronce de España en BALONMANO... lo que hace la necesidad, bebé. Jon, Carlota, hay que darle la vuelta a esto en París. Si, el Mouline Rouge y todo aquello. Os quiero.



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Esto es un spot comercial e ideológicamente peligroso

Os recomiendo que veáis este documental sobre Munich 1972, o la propia peli de Spike Lee al respecto, yo las vi las dos el finde pasado. Entendí lo que fueron otros tiempos, y que hoy, el deporte es más universal que nunca. La pandemia ha condicionado todo, pero que viva Japón y sus gentes, y sus narices,  por tirar para adelante y make it posibol. Es la gran suerte que hemos tenido, nadie podía haber organizado el mayor evento, y con diferencia, del mundo mundial sino sabes hacer un Honda, un Toyota y cosas similares.
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